viernes, 12 de octubre de 2012

Y pasose las horas cantándole a la mar: sobre la matanza de Totonicapán

En “La fábula del grillo y el mar”, canción de Alux Nahual, un grillo cantor busca llegar más allá con su canto, y va hacia un inmenso mar que ni se inmuta al verlo cantar.

A riesgo de que eso ocurra, escribo el presente artículo para unas personas en particular a quienes aprecio, y que me han comentado y cuestionado sobre los terribles sucesos del pasado 4 de octubre, ocurridos que costaron la vida a ocho comunitarios de Totonicapán, y sobre temas vinculados a la demandas en relación a la carrera magisterial, y al tema de la energía eléctrica.

Se que en este grupo de amigos, se cuestiona no sólo la matanza, sino también la acción del bloqueo de carreteras, y el actuar de los dirigentes que promueven estas actividades; criterio que a su vez es con el que suelen ver estos hechos muchas personas en Guatemala (por eso me siento que estoy cantándole a un inmenso mar).

Con estos amigos, que en su mayoría conocí en la iglesia y el colegio, comparto un orígen común. Vivimos en la capital, estudiamos en colegios privados y llegamos hasta la universidad. Culturalmente, nos hemos definido diferente a esos otros que están allá en los departamentos, también porque muchas veces no hemos revisado nuestra condición histórica y genética para ver que en realidad no somos tan distintos a ellos.

Quizás ahora con muchos puntos de vista distintos; pero si creo que coincidimos en que no nos gusta saber que mueren personas de forma violenta. Como en este caso que mueren personas por balas del Ejército que repelía la manifestación.

Se critican las acciones de bloqueos, y es válido. Y se piensa que los dirigentes tienen alguna responsabilidad de lo ocurrido; y que son personas que manipulan y generan división y confrontación en el país.

Ahora bien, de mi parte, más que validar o no las formas de protesta, y más que justificar si los manifestantes estaban ahí por su oposición a los cambios en la carrera magisterial, el costo de la energía y los cambios constitucionales, deseo explicar lo que para mi es la razón fundamental de que existan este tipo de acontecimientos, lo cual está vinculado con la realidad social y económica del país y la débil democracia.

Eso puede sonarles obvio, pero veámoslo con datos duros. A pesar que muchos economistas dicen que tenemos un crecimiento económico aceptable, estamos en el índice de desarrollo humano en el puesto 131 de 187 países que mide Naciones Unidas. Además, somos el noveno país más desigual del mundo, según las mismas NN.UU., lo que quiere decir que los ingresos se distribuyen de manera más inequitativa.

El costo de la canasta básica de alimentos, a enero 2012 es de Q2,449,80; mientras el costo de la canasta básica vital (alimentos, luz, vivienda, vestuario, educación, recreación, etc) tiene un costo a enero de 2012 de Q4,470,44.

En tanto, el salario mínimo establecido este año es de Q2,074 y de Q1,906 si es en la maquila. Pero realmente esto no es lo que la gente gana. La encuesta de ingresos de 2011 dice que el salario promedio nacional es de Q1,965.41. Ahora, si se trata del hombre rural el salario promedio es de Q1,548.20 y el de la mujer rural es de Q1,048.13 (ENEI 2011).

Conclusión: Los ingresos no alcanzan ni para comer. Ahora preguntémonos: ¿Le afectará a la población rural la reforma a la carrera magisterial, que ahora implica tener que pagar dos años más de carrera?; ¿le afecta a la población rural los altos costos de la energía eléctrica? Imaginen a una madre soltera del área rural.

Entonces, un aspecto importante de analizar es la desconfianza que tenemos hacia los líderes, y me refiero no sólo a los líderes sociales, sino a la clase política, que se supone son líderes por haber sido electos dentro de esta nuestra democracia representativa.

Por ejemplo, en el tema de la carrera magisterial, por qué hay quienes desconfían de la ministra de Educación, quien de pronto no tiene una mala intención en proponer los cambios. Creo es que porque en los años que llevan intentando hacer estas reformas, no se ha logrado elevar los niveles de acceso a la educación.

Se señala que en el área rural a 2011, el 95.9% de personas de 19 a 24 años son estudiantes rezagados en su educación, lo que podría interpretarse como que no han accedido a la Universidad o están pero la están abandonando. En 2006 el rezago era de 96.3% (Informe PNUD 2011/12). El porcentaje en cinco años no bajó siquiera un punto. ¿Se puede confiar así en que las autoridades van a garantizar que todos los estudiantes concluyan el 4º y 5º año de magisterio en la Universidad? Pero aun así, la reforma magisterial va, y pagando un precio cada vez más caro.

Luego está la falta de confianza hacia los líderes comunitarios, y ahí también hay otro montón de gente que no les da ninguna confianza porque los ve en los medios protestando con bloqueos de carreteras, afectando a los conductores de vehículos.

Más que defender a los líderes y lideresas, me gustaría retomar el tema socieconómico. Acá el papel de un líder viene a ser el de un fósforo que cae sobre un bosque que se secó, y hace que arda. Pero ese bosque no lo secó él, sino las difíciles condiciones de vida de la población.

He tenido la posibilidad de trabajar con líderes campesinos, y hablaré sólo en el caso de ellos, porque he visto que una mayoría han mantenido sus mismas condiciones de vida siendo dirigentes. Y en ese sentido, como dice Frei Betto, téologo de la liberación: “Prefiero el riesgo de errar con los pobres, a tener la pretensión de acertar sin ellos”. Y también dice: “entre ellos existen los mismos vicios encontrados en las demás clases sociales (…) no son mejores ni peores (…). La diferencia es que son pobres, o sea, personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la vida digna”.

Concluyo diciendo que para empujar hacia un país que ya no viva constantemente enfrentado, debemos darnos la oportunidad de acercarnos a quienes vemos con desconfianza. Como decía una campaña de desarrollo rural; quiere saber cómo vive un campesino; Acérquesele, preguntele! Y también añadiría, quiere saber por qué protesta? Por qué no quiere pagar la luz? También la población rural y campesina debiera generar condiciones para escuchar las opiniones de personas, como los amigos con los que yo crecí.

Justamente mi intención acá era acercar dos visiones de una realidad. Aunque a veces yo sea el grillo del cuento. 

Foto: Marcha indígena Campesina y Popular

lunes, 9 de julio de 2012

Cárcel, atentados y amenazas a comunidades, en un marco de promoción de la inversión privada en territorios rurales


Por Juan Pablo Ozaeta
Colectivo de Estudios Rurales Ixim (CER-Ixim)

En las recientes semanas, una serie de acontecimientos de amenazas, ataques y capturas contra poblaciones enfrentadas a empresas extractivas y de servicios, y en defensa de sus medios de vida, pintan un panorama preocupante para la población rural, y muy delicado para un Gobierno como el que preside el ex general Otto Pérez Molina.

A continuación, una relación de hechos recientes:  

El día 2 de mayo, en el municipio de Santa Cruz Barillas, municipio de Huehuetenango (altiplano occidental, frontera con México), se llevan a cabo disturbios entre pobladores y personeros de la empresa Hidro Santa Cruz, S.A, que concluyen con la muerte del campesino Andrés Pedro Miguel.

Estos enfrentamientos se originan tras el impulso de un proyecto hidroeléctrico de la empresa Hidro Santa Cruz, subsidiaria de Hidralia Energía, de capital español. Como resultado de estos hechos, el gobierno declara estado de sitio y detiene a por lo menos once personas de la comunidad, a quienes implicó en los disturbios, y se les imputan cargos de terrorismo.

El 31 de mayo, es capturado y puesto en libertad por falta de pruebas Rodimiro Lantán, líder de la Coordinadora de Asociaciones y Comunidades para el Desarrollo Integral de la Región Ch’ortí –COMUNIDCH-. Esto ocurrió poco después de haberse realizado la entrega de Títulos como Comunidades Indígenas de Ascendencia Maya Ch´orti´ y Títulos de Consejos de Asuntos Indígenas, Territoriales y Recursos Naturales de las Comunidades Indígenas de Tachoche y Tizamarté, del municipio de Camotán, Chiquimula, en el oriente del país.

Tres meses atrás, fue asesinado un líder de esa organización,  Elaví Hernández Agustín, quién fungía como Secretario del Consejo de Administración de Tierras y Recursos Naturales de la Alcaldía Indígena de Esquipulitas, La Unión Zacapa, región Ch’orti’.  

El 13 de junio, Yolanda Oquelí lideresa comunitaria del municipio de San José del Golfo, cercano a la capital, fue atacada por dos hombres en una moto, quienes les dispararon hiriéndole con un bala cerca del hígado.

Oquelí ha liderado la resistencia pacifica ante la instalación de un proyecto minero de la empresa Exploraciones Mineras de Guatemala, S.A (Exmingua.). Esta compañía es subsidiaria de la empresa canadiense Radius Exploration Ltd.


Yolanda Oquelí al micrófono. Foto: James Rodríguez - Mimundo.org


El 4 de julio, se denunció la persecución y agresiones en contra de integrantes del Consejo de Pueblos
K´iche´s  (CPK), entre las que se encuentra la líder Lolita Chávez.

Cuatro mujeres integrantes del CPK resultaron heridas por supuestos simpatizantes del alcalde de Santa Cruz del Quiché, luego de una manifestación pacífica en contra de dicho jefe edil, quien pertenece al partido de Gobierno, y contra la instalación de torres eléctricas de la empresa de distribución de energía DEOCSA, propiedad de la compañía inglesa Actis.

Semanas atrás, en la misma región ocurrió un violento asesinato, contra José Tavico Tzunun, también integrante del CPK.



Lolita Chávez, del Consejo de Pueblos K´iche´s  (CPK)


Luego de esta relación de hechos, del cual pudieron haberse quedado otros sucesos sin mencionar, cabe apuntar que poco o nada se ha visto para aclarar los actos de violencia e intimidación contra estos líderes y lideresas rurales. Una excepción es el caso de Santa Cruz Barillas, en el cual se capturó a dos guardias de la empresa Hidro Santa Cruz, acusados de la muerte del campesino Andrés Pedro Miguel.

En tanto, el actual Gobierno protagonizó otros acontecimientos que también fueron noticia reciente y que dibujan el marco político de esta relación de sucesos de violencia contra la población rural.

El pasado 30 de junio, el general Otto Pérez Molina, presidente de la República, inauguró dos brigadas militares, entre ellas una ubicada en el municipio de San Juan Sacatepéquez, cerca de la capital, donde desde hace varios años existe resistencia contra una empresa cementera; situación que ha provocado que a la fecha haya líderes purgando largas condenas.

Un mes antes, el 17 de mayo, el gobierno de Otto Pérez lanzó su política de Desarrollo Rural, que incluía un “Marco General de Política para la Promoción de la Inversión Privada en Territorios Rurales”. Este señala que existe necesidad de inversión privada y extranjera, por lo que “brindará seguridad jurídica al inversionista (…) impulsando el desarrollo sostenible mediante el uso de los recursos naturales, especialmente aquellos que por reconocimiento constitucional se definen como bienes del Estado (el subsuelo, los yacimientos de hidrocarburos y los minerales)”.

Vale añadir también la firma del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, realizada en Tegucigalpa, Honduras, el 29 de junio, el cual cuenta con un pilar importante de comercio e inversiones, que promoverían más inversiones en territorios rurales, como las de las empresas europeas ya mencionadas acá, y que son actores protagónicos de esta lucha por el control de los recursos naturales.

Todos estas “novedades” hablan de un Gobierno que impulsa a la fuerza un proyecto económico orientado la explotación de recursos naturales, y que en lugar de garantizar mejoras en las condiciones de vida de la población rural, trae violencia y ataques contra hombre y mujeres líderes.

También presenta un desafío para el liderazgo rural y los movimientos sociales, para saber actuar unificadamente contra esta ola de ataques, y difundir ante la sociedad guatemalteca, y en particular en las poblaciones rurales, un modelo de  bienestar realizable, sostenible y respetuoso de la madre naturaleza.

Fuentes:


Imágenes de capturas en San Juan Sacatepéquez: